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CÓMO VIVIR VERDADERAS AVENTURAS


¿Cómo vivir verdaderas aventuras? ¿Qué es una verdadera aventura? ¿Cómo la concibes?

Entre hojas en blanco, un café y la inspiración un poco desahuciada, me puse a releer uno de los capítulos de un libro que me encantó y que leí hace unos meses por recomendación de un amigo bloguero.

El libro se llama: “Vagabonding, el arte de viajar por el mundo”, el cual te recomiendo si te gusta viajar y te interesa la idea de ser un nómada. En uno de sus capítulos, Rolf Potts, el autor, nos da una reflexión un tanto filosófica al igual que práctica acerca de lo que realmente supone el vivir aventuras. (Podes ver el libro aquí)

“Esas experiencias en las que la mente se queda absorta y los pensamientos no interfieren, donde nuestra mirada se llena de significado, esa sensación de fluir y de sentirse totalmente pleno, plena. desbordado, desbordada”.

 

Lo que nos dicen de vivir aventuras.

Actualmente, en la sociedad en la que vivimos tenemos un concepto de “aventura” un poco erróneo. Cuando viajas con una mujer, sabes que todo saldrá bien. Una mujer estudia previamente la historia del país o lugar al que vas a ir, hace una lista de las cosas que merece la pena visitar, conoce los horarios de trenes, autobuses y aviones, y está siempre preparada para cualquier imprevisto. Si tienes una mujer a tu lado, sabes que cuando necesites un pañuelo ella tendrá en el bolso un paquete de Kleenex.

Viajar con un hombre es todo lo contrario. La planificación del viaje se reduce a “queremos ir a este, este y este país o lugar; ya iremos viendo lo que hacemos tranquilamente sobre la marcha,” lo cual significa agobios de última hora, cambios de planes y vivir aventuras inesperadas. En otras palabras: viajar con un hombre es vivir al límite cada día.

Asemejamos aventura a realizar deportes extremos, a expediciones a países o lugares remotos, a situaciones, que al fin y al cabo, todas y cada una de ellas, planificamos u organizamos previamente.

No estoy diciendo que haya nada malo en organizar los viajes. Ni mucho menos. Aunque reconozco que no me gustan los viajes con destinos fijos donde no hay lugar para la improvisación.

Lo que quiero decir, es que ese deseo por querer vivir aventuras, por querer vivir experiencias nuevas, no consiste exactamente en eso. Hoy en día todos podemos caminar por senderos ya trazados, ir a destinos ya descubiertos o tomar un vehículo 4x4 para desafiar las rutas mas complicadas. ¿Pero es eso una verdadera aventura? Dicen que lo que más cuesta, es lo que más se disfruta. Como el cansancio de piernas, el temor de explorar en selva virgen, retarnos e ir hacia lo desconocido, el miedo que caiga la noche en medio del bosque y todos esos segundos de máxima tensión y adrenalina que muchos evitan vivir en su día a día.

La aventura, no consiste en pagar el viaje más completo al Caribe con todas las excursiones incluidas , ni tampoco en hacer rafting, bungee jumping o cualquier otro tipo de deporte de riesgo.

Seguramente que todas ellas sean experiencias increíbles , pero…

¿Qué tiene de aventura el vivir una experiencia que de antemano tienes totalmente planificada y por la cual tienes unas expectativas determinadas?

“El placer de viajar consiste en los obstáculos, la fatiga , e incluso en el peligro. Que encanto puede encontrar nadie en una excursión cuando ese alguien está siempre seguro de su destino, de disponer de caballos dispuestos, de un lecho mullido, de una cena excelente, y de todas las comodidades de las que puede disfrutar en su casa. Una de las mayores desgracias de la vida moderna es la falta de toda sorpresa repentina, y la ausencia de toda aventura. Todo está demasiado organizado “. Théophile Gautie

 

Verdaderas aventuras.

La aventura tiene que ver con esa incertidumbre que la vida nos genera a diario en multitud de ocasiones. Con quitarte todos esos miedos y descubrir lo que sucede cuando cruzas ese temor máximo.

Vivir aventuras es vivir con actitud, con predisposición, con los ojos abiertos bizcamente en todas direcciones, con tu mente girando en 360 grados.

"En el otro lado de tu miedo máximo, están todas las mejores cosas de la vida" Will Smith

Aventura es comerte esa incertidumbre.

Es sonreír tras conocer esa persona que te rompe los esquemas que te quedaban.

Es la satisfacción de experimentar nuevos estilos de vida.

Es vivir intensamente esas emociones que te proporcionan lo desconocido.

Es conocerte, explorar rincones en ti mismo que ni por asomo sabías que existían.

Es asumir los riesgos y disfrutarlos.

Es olvidarte de la timidez y seguir tus instintos de vez en cuando.

 

Viajar supone vivir aventuras.

Las probabilidades cuando viajas de vivir “aventuras”, según la concepción que hemos visto de la misma, se incrementan exponencialmente. El viaje te permite experimentar muchos de los aspectos que pueden ser la esencia de cualquier aventura.

Conocer gente nueva, de diferentes culturas, con otra visión del mundo, con otras costumbres.

Descubrir nuevas formas de hacer las cosas, lugares inconcebiblemente hermosos , de esos que te dejan asombrado(a).

O simplemente el hecho de experimentar cualquier actividad que hubieras considerado impensable en otro contexto, en otro lugar, en otra ciudad.

Para mí, verdaderas aventuras, que suponen gestionar la incertidumbre y aceptar las circunstancias, para otros, cosas totalmente impensables.

 

Pero, ¿ y si no estoy viajando?

No hace falta irte de tour por Europa, hacer un safari por África o irte a vivir a una isla a Tailandia para vivir verdaderas aventuras.

En tu alrededor, en tu país, en tu contexto más cercano, en tu rutina, también puedes experimentarlas.

“Todo esta en jugar y en sudar” Kase O

Sudar, claro. Vivir aventuras es sudar, es esforzarse. Implica olvidarte de esos pre conceptos con los que vives diariamente, con esos hábitos de vida que tan automatizados tienes sin darte ni cuenta, con romper con esa rutina de vez en cuando y decir SÍ, HOY SÍ.

Nos educaron con el NO en la boca.

Por cierto, no las busques, encuéntralas. Teniendo la predisposición adecuada, la actitud correcta. Estando despierto(a).

Al final vivir esas “aventuras” es algo muy personal. Individualmente nuestras percepciones son distintas, los ojos con los que miramos el mundo son muy diferentes. De ahí que la vivencia de una aventura u otra, difiera y cambie en cada caso en particular.

 

Consejos para vivir verdaderas aventuras.

1. Cambia el concepto.

Cambiar el concepto supone cambiar la mirada. Si ves tu rutina diaria con falta de ganas, en eso se convertirá.

Observa cada situación cotidiana como una nueva oportunidad hacia algo nuevo, hacia una nueva aventura. Te sorprenderá como cambian tus experiencias rutinarias si cambias la perspectiva con la que las miras.

Si además estas viajando y eres un mochilero empedernido, para el cual la rutina no existe, vivir aventuras estará a la orden del día.

Consejos prácticos si no puedes viajar

  • Habla con esa persona del trabajo/ ámbito cercano que por diversas razones aún no has conocido.

  • Intenta experimentar situaciones cotidianas de una manera distinta. ¿Y eso como se hace? Pues creo que cada uno tiene su forma. Experimenta y descubre la tuya.

  • Pisa caminos que están a tu alcance, cerca de ti, y donde nunca pensabas que encontrarías la adrenalina, allí estará.

2. Despójate de cualquier pensamiento preconcebido. Explora.

No tengas miedo a lo desconocido. Amplia tus horizontes dejando atrás todos aquellos pensamientos guardados bajo candado. Conocer nuevas culturas, nuevas personas supone exactamente eso. Desaprender para volver aprender, para ser más rico en pensamiento.

Que te olvides de los prejuicios, desnudos somos todos igual de “monos”.

3. Devora la incertidumbre.

Actúa. Llegado el momento pasa a la acción. Vivir aventuras al final es eso. Ser valiente, ser preciso. No quedarse esperando, viendo el reloj correr. Actuar, sí, pero actuar ahora. Dejar esas experiencias pasadas que te encogen en un baúl muy escondido, eliminar cualquier expectativa de futuro y vivir en el ahora.

Si no es ahora ya no será incierto, ya no será nada. Simplemente una experiencia que podrías haber vivido.

Y por último, ten en cuenta y siempre piensa ”¿qué es lo peor que puede pasar?“.

Normalmente las peores consecuencias de intentar vivir una “aventura” son absurdas y sencillas de resolver.

¿Vas a seguir en la rutina? ¡Hoy es un buen día para decidir darle un nuevo rumbo a tu vida!

"Si piensas que la aventura es peligrosa, prueba la rutina. Es mortal" Paulo Coelho

 

Sobre el autor.

Juan Carlos Ch. Berdugo - CEO & Founder de E-motion Agencia Digital

- Team Leader de Discovering Costa Rica

- Instagram @berdugocr | Snapchat @jccberdugo

"Take your life, enjoy it, do whatever you want to do and turn it into the most fucked up and fascinating story of the fucking world. Live for yourself!"


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